Me sentía
aturdida comenzaba a hiperventilar, me encerré
y me asegure de estar completamente sola, entonces deje que mis lagrimas
fluyeran, llorar, gritar, no escuchar nada ni a nadie estuve un tiempo largo
sentada en la esquina mas alejada de la habitación no me percate del tiempo
hasta que alguien llamo a la puerta.
-¿Quién
es?- Soy Ai princesa, Audrey me envía para preguntar si asistirás a la celebración-
De acuerdo pero…-¡Genial! Traje algunos vestidos y ropa para que elijas uno.-
Se trataba de tres bonitos conjuntos siempre uno más bonito que el anterior. Un
precioso traje verde con adornos dorados en el saco Satín azul y con una blusa
de seda blanca. Un vestido rojo englobado con cintas doradas que llegaban al
ras del suelo. El último era un vestido Azul abultado en la parte baja con unos
listones en las mangas y por detrás.
-¡Vaya!
Para ser improvisados son realmente bonitos- ¡Hey! Que no son improvisados, te esperábamos
ya hace tiempo, Elda ya le había avisado a Audrey de tu llegada- Bien entonces… me pondré el
verde- Mi hermano dijo que elegirías ese- No le creíste verdad- La verdad el
los escogió todos sabe perfectamente que te gusta creo que ustedes están destinados.-
Me dolió, mucho, sentí un espasmo en mi interior.- Me pondré el vestido azul-
¿En serio?- Si, dile a Ayumu que solo me lo puse por que se que es su color
favorito y que una alondra le dará la oportunidad de ver al canario- No
entiendo- No te preocupes el si sabrá a que me refiero.- Me apresure, trate de arreglarme lo mejor
posible mi cabello tenia bonitos listones y un par de pendientes del color del
vestido, en cuanto estuve lista me dirigí al gran salón en cuanto aparecí por
las escaleras un gran silencio se hiso presente entonces el se aproximo lucia
hermoso con un traje negro, típico en el, pero de vez en cuando la luz hacia
que el traje pareciera azul , extendió su mano para que la tomara bajamos las
escaleras , desde ese momento no solté su mano, poco después (después de ver mi
cara nerviosa) nos dirigimos a la terraza .- Ciel yo quiero preguntarte..-
Espera no continúes, no por ahí, ya te creí una vez- Yo ya tome una decisión y
quiero que la aceptes.- Me tomo por los hombros y me beso no pude evitar
dejarme llevar por el momento, pero la perspectiva cambio de pronto Teresa y
Ayumu siendo felices, me sentía la intrusa de pronto no podía estar segura de
que Ayumu estuviera seguro de lo que había decidido.- Lo lamento mucho pero yo
no puedo permitírtelo, tu jamás vas a ser el Ayumu que fuiste con ella- Ella es
mi primer amor es obvio que no puede ser igual- Y tu eres el mío, y no quiero
ser la sombra de ella- Deja todo así como esta por favor.- Se aferro a mi
cintura sentí la calidez de sus lagrimas no pude evitar derramar unas cuantas también.-
¡No! Yo me desharé de ella, no quiero
ver mas de lo que ella vio, no soporto ver todo lo que ella me muestra quiero
que se detenga quiero amarte y no arrepentirme de mis decisiones- Tenemos que
hablar con Audrey ahora.- Avanzamos
hasta donde su “madre” se encontraba cuando comenzó a soltar mi mano, aun no estaba
preparada para dejarlo ir así que me aferre mas a su mano, lo comprendió y me
sujeto con firmeza, le susurro algo imposible de entender, me miro con preocupación
se disculpo con los invitados a nuestro
alrededor y comenzamos a caminar rápidamente llegamos a lo que parecía ser la habitación
de Audrey en el interior parecía haber
una pequeña sala donde había sobre una pared una pintura con siete mujeres
realmente bellas, le pidió a Ayumu que quitara la pintura debajo se encontraba
un pequeño compartimiento saco de el un libro con tapa azul que solo tenia un
par de letras P.E (por la eternidad) nos
sentamos en la pequeña sala.
-Esta
historia se remonta al principio de nuestro mundo, cuando todo era pacifico y
lleno de luz, con la unión de dos dioses que procrearon una semidiosa, esta se
encontraba muy sola así que los dioses le dieron el poder de crear la vida,
todo marchaba bien, nacieron los pájaros, el rio, los humanos, no se sabe a
ciencia cierta que es lo que paso, pero se dice que “algo” invadió la mente de
la semidiosa y su luz se fue apagando se convirtió en un ser oscuro y lleno de
rencor ella creo a los seres abismales, el mundo comenzó a tornarse oscuro lo
que desencadeno que el equilibrio de este mundo y el mundo espiritual se
rompiera, los dioses en un acto desesperado comenzaron a creer un tipo de
humanos excepcionales que se encargarían de los seres oscuros y cuando estos
seres se vieron vencidos crearon un mundo debajo de el que ya existía a este se
le llama abismo donde habitan los sobrevivientes y la semidiosa, ahora la
llaman Lilith, los dioses sabían que si los humanos con poderes se duplicaban
el mundo perdería su equilibrio de nuevo entonces los reunieron a todos y los
elevaron así serian aquellos que respetarían el equilibrio mas que nada, hasta
que nació una niña con un poder que se podía comparar al de los dioses sin
embargo y a pesar de su buena educación y respeto por el equilibrio cuando esta
niña conoció el amor decidió que ninguna regla limitaría sus sentimientos.-
Mire a Ayumu, claro que hablaba de el, esa mirada se volvió incomoda cuando me sorprendió
mirándolo.- Bien ya que te quedaras con nosotros hasta que Elda venga puedes quedártelo-
Gracias, supongo que es lo mejor que puedo hacer y yo que pensé que me tomaría
un descanso.- Salí de la habitación y Ayumu tras de mi, tomo mi mano de nuevo,
ya extrañaba la sensación que tenerlo cerca me provocaba, supuse que por ahora estaría
bien que aceptara ese amor, aun me preocupaban un poco todas las dudas en mi
existentes pero lo iba a dejar pasar, nos despedimos en la puerta de mi habitación,
me contuve no quería llorar por ninguna razón y en cuanto cerré la puerta no
pude hacer mas que sentarme en el pequeño sillón que había cerca de la ventana,
me mire al espejo y estuve haciéndolo por un tiempo, había en el una chica de
cabello corto negro y brillante, luego me mire a los ojos se tornaron de
repente verdes, mis ojos en realidad eran azules, de pronto ya no quería verme
me odiaba la desesperación me invadía abrí un cajón de el tocador y encontré unas
tijeras “hazlo” mis movimientos estaba siendo controlados no podía evitar
dirigir mi mano a mi pecho tome impulso lo clave en mi pecho, la cálida sangre corría en busca de una salida, mire hacia la puerta
vi una sombra adentrarse en la habitación y comencé a desvanecerme.